domingo, 26 de octubre de 2008

Alonso Cueto sobre EL CIELO DE CAPRI

En las Cartas a un joven poeta, Rilke recomendaba a sus lectores no prodigarse en poemas de amor por una sencilla razón: se habían escrito ya tantos poemas de amor en el mundo que era difícil no repetir frases hechas y metáforas obvias.
Para algunos, esta es, también, una de las reglas no escritas de la narrativa moderna: la de evitar las novelas o relatos de amor, pensando que en ellas un autor puede ceder al follaje de los lugares comunes.
Por eso, muchos autores (y esta es una línea de la narrativa moderna) se sienten más cómodos en un lenguaje frío, distante, descriptivo, que sea una coartada contra lo que consideran excesos emocionales.
Aun así, la literatura moderna ha producido grandes novelas de amor. La literatura peruana ha dado ejemplos recientes con obras tan importantes como Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa, y antes con Escena de caza, de Iván Thays.
el cielo de Capri, de Marco García Falcón (editorial Revuelta), es un libro escrito en primera persona, que cuenta una historia que abarca varios años en escenarios distintos. Se lee con gran facilidad, lo que en este caso no es un demérito, y maneja sus cambios de tiempos y de espacios con mucha soltura.
La historia del enamoramiento de Sofía, la oposición del padre a la relación, el incidente del ómnibus, y todo el proceso posterior que, finalmente, conduce hasta el viaje a Capri y el encuentro con la seductora Miriam, están contados con enorme soltura, y muestran a un narrador que sabe contar sus historias.
Algunos comentarios y reflexiones que se intercalan (como el muy atractivo pasaje de las páginas 70-71 -sobre el arte de escribir- y el de las páginas 84-85 -donde se comenta una frase de Naipaul-) le dan una densidad bienvenida al libro. En ocasiones, sobre todo en algunos finales de capítulos, aparecen algunos excesos líricos que, quizá, hubiera sido mejor evitar, pero estos no quiebran de ninguna manera el curso narrativo. Lo más importante es que García Falcón cree en sus personajes. Un cordón umbilical lo ata a ellos.
El cielo de Capri está escrito por un autor entregado y diestro, dispuesto a mostrar las emociones de sus personajes, y a ofrecernos una buena historia. Una mención aparte para Revuelta por una edición atractiva, como las han venido haciendo otras editoriales jóvenes peruanas. Escritores y editoriales, no nos faltan.

Publicado en Perú 21

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