
Francisco Ángeles Menacho (Lima, 1977) ha sabido distanciarse con prudencia de semejantes mamotretos y propone otros frentes de batalla con su novela corta La línea en medio del cielo (Revuelta Editores, 2008). Formado en la Universidad de San Marcos, Ángeles ejerce el periodismo y la crítica en diversos medios, tanto físicos como virtuales. En tiempos recientes, animó el blog Porta9, uno de los más visitados y polémicos.
La apuesta de La línea en medio del cielo se nutre de ambigüedad. Es un mérito que la escritura del texto no se precipite en truculencias o densidades sólo para iniciados, a pesar de esa rara atmósfera de verdades a medias. A partir de tales premisas, Ángeles traza la historia de Ignat y Virginia, cuyas identidades son un misterio sin solución. La novela, en sí, se erige como enigma en cuanto a la realidad que viven los personajes; ella se intersecta permanentemente con lo irreal o con una sensación de que nada ha ocurrido: todo es ilusión o magma ficcional que busca su cauce. Las deudas con el Ricardo Piglia de Respiración artificial se anuncian sin pompa o cálculo efectista -otro logro del autor-. No obstante, aún es posible bruñir el fraseo y evitar breves descensos en el estilo que, en rasgos generales, cumple con sus objetivos de manera solvente.
Corren inéditas brisas en las novísima literatura peruana. Los jóvenes se animan a liquidar las manías estereotipadas. Y Ángeles aspira a ser eje de ese cambio. Es justo y necesario.
Publicado en el Diario Correo
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