jueves, 27 de agosto de 2009

Gerardo Manuel sobre DEMOLER (Disco Club - Blogs El Comercio)


Este mes de agosto se muestra felizmente muy movido para la escena del rock nacional, no solo por la cantidad de eventos preparados para celebraciones de aniversarios de lugares tan queridos como Arequipa, Tacna y otros, sino también porque en la programación de esos eventos se han incluido artistas que cultivan el género nacidos en casa. Pero al margen de estos eventos ya tradicionales, vamos a tener uno muy especial este viernes 28 en el Gran Parque de Lima, una jornada que contará con la presencia de tantos grupos como sea posible. El evento llamado “25 años de Rock Nacional” es solamente el punto de partida para un proyecto mucho mayor que se realizará próximamente y que abarcará los más de 50 años que conforman la historia completa del género más popular de nuestro tiempo en nuestras tierras.

Podremos disfrutar de esta reunión gracias a la iniciativa de Apdayc, una institución que ha sufrido una serie de vaivenes en los últimos años respecto a su credibilidad y estabilidad, pero con la constancia de sus directivos y el apoyo de sus miembros ha sabido capear el temporal, mostrándose como una entidad respetable y que realmente hace su labor --que es tan difícil-- con verdadera eficacia. Ellos han reunido este staff de rockeros peruanos para rendir tributo a los compositores locales que a través de los últimos 25 años nos han traído canciones cuya trascendencia ha desbordado nuestras fronteras. No voy a decir nombres en especial porque, en verdad, todos se merecen estar en una lista de honor.

Creo que es obligatorio que todos estemos allí para alentar a los nuestros y poder conseguir una unión que demuestre que vale la pena esperar por el evento mayor. La otra parte de la celebración para el rock peruano proviene del lanzamiento de un trabajo escrito que reivindica la otra mitad del rock peruano.

Cuando en 1970 surge por casualidad la oportunidad de formar El Humo, nunca imaginé que ese aroma creativo enviaría sus raíces y efluvios de manera que perdurasen en el tiempo hasta nuestros días, y hoy puedo compartir con ustedes esta sensación gracias al impecable trabajo de un joven escritor y trabajador de la pluma como Carlos Torres Rotondo, cuyo “Demoler” acaba de ser editado y es definitivamente el documento que faltaba para reivindicar aquellos primeros momentos del movimiento rock en el país ocurridos entre 1957 y 1975.

Carlos nació en Lima en 1973 y tengo la satisfacción de conocerlo desde muy pequeño porque su padre, conocido como “El oso”, también estuvo involucrado en ese extenso club llamado El Humo (grabó con nosotros el segundo y el tercer álbum (“Machu Picchu 2000” y “¿Quién es el mayor?”) y también fue integrante de una de las grandes bandas surgidas en los años 70 llamada Dr. Wheat. Carlitos es de formación autodidacta pero licenciado en Ciencias de la Comunicación y con estudios de Literatura. Ha trabajado en periodismo, docencia y producción musical. Su primera novela la publicó en el 2001 y se llamó “Nuestros años salvajes”. La inquietud de buscar nuevos horizontes lo llevó a España, donde siguió cursos de posgrado y continuó elaborando su obra.

“Demoler” nos cuenta la historia de la escena rockera peruana que se desarrolló entre mediados de los 60 y principios de los 70 y en la cual se hizo la música más innovadora, original y a la vez olvidada en America Latina. Grupos como Los Saicos, Los Shain’s, Pepper Smelter, Los Belkings, Jean Paul “El Troglodita”, Los Yorks, Laghonia, Traffic Sound, Los Mads, Telegraph Ave., Pax, El Polen, Black Sugar y muchas otras bandas fueron la respuesta nacional a una rebelión juvenil a escala global.

Con este libro se narra la historia intentando romper un injusto silencio en torno a uno de los momentos cumbres de la contracultura en la región. Creo que es un libro definitivo para que las nuevas generaciones se sientan orgullosas de su pasado musical.

Publicado en Disco Club (Blogs El Comercio)

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